El pasado domingo 21 de abril se produjeron en París dos manifestaciones totalmente opuestas. En una, los partidarios de la aprobación de la ley que permitirá a las parejas homosexuales casarse y adoptar. En la otra, los contrarios a esta ley. Los primeros argumentan que cualquier persona tiene derecho a casarse con quien quiera, y que están cansados de no poder darse la mano por la calle, debido a los insultos y amenazas que reciben. Por otra parte, los más conservadores dicen que "todos hemos nacidos de un hombre y una mujer", y "nos tachan de fachas, pero mire, esto está lleno de familias normales", en referencia a las miles de familias con carritos y niños que asistireron a la protesta. También se quejaban de la falta de diálogo del gobierno de Hollande con la gente del pueblo, y pidieron un referéndum.
Yo creo que la no aprobación de esta ley sería una falta a los Derechos Humanos, ya que, como dice el punto 1 del artículo 16 de la Declaración de los Derechos Humanos:
Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho,
sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a
casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del
matrimonio.
Además un matrimonio homosexual no es una falta de respeto hacia quienes no lo apoyan, ya que a nadie se le obliga a casarse con una persona de su mismo sexo. Sin embargo, no permitir a una pareja homosexual casarse sí que sería una falta de respeto, porque no podría estar, oficialmente hablando, con la persona a la que quiere.
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