miércoles, 24 de abril de 2013

Rusia, ejemplo de como (no) educar a los jóvenes

   En Rusia, el colectivo homosexual lucha contra una reforma legal que prohíbe hacer propaganda de la homosexualidad (ya está vigente en Arkhangelsk, Bashkortostán, Kostroma, el Krai de Krasnodar, Magadán, Novosibirsk, Ryazan, San Petersburgo y Kaliningrado) y que, de ser aprobada, entrará en vigor para todo el país a finales de mayo. Ya ha pasado una primera lectura con 88 votos a favor, uno en contra y una abstención, lo que augura su éxito en las segundas votaciones. Esta norma sancionaría con fuetes multas cualquier información (propaganda) en tono positivo sobre la actualidad/realidad LGTB (de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), lo que impediría manifestaciones a favor de la homosexualidad, folletos/charlas informativas e, incluso, las marchas del Orgullo. El objetivo de esta reforma es "no corromper a los menores", tal y como informaba El País.

     Según el  diputado de Rusia Unida Sergueï Dorofeïev "tenemos el deber de proteger a los menores de los peligros de la homosexualidad". La diputada del partido de centro-izquierda Rusia Justa, Yelena Mizulina, ha argumentado que la propaganda homosexual "limita el derecho de los menores a desarrollarse libremente y elegir su orientación sexual". Dado el nivel de tolerancia de la mayoría de las declaraciones de los representantes políticos rusos, no me extreñaría escuchar un "si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta". A saber.

     La homosexualidad (concretamente, las relaciones sexuales entre hombres) fue despenalizada hace tan solo veinte años, siendo Rusia uno de los últimos países en hacerlo. Hasta entonces, ser homosexual podía costar hasta siete años de cárcel. Esto significa que gran parte de la población fue educada con la idea de que la única sexualidad correcta era la dada entre hombres y mujeres (a finales de los 90 el 2,3% de los rusos no tenían ningún problema con la homosexualidad; mientras que otros lo consideraban una enfermedad o un problema serio y, una gran mayoría, creía que la "solución" adecuada para la homosexualidad era el asesinato de los que son descubiertos), y por lo que parece el gobierno ruso pretende que el resto de generaciones sean educadas de la misma manera.

     No hay que olvidar que la iglesia Ortodoxa tiene gran fuerza en el país, y está cobrando aún más en los últimos tiempos. Esta institución frecuentemente hace propaganda homófoba, comparándola con la pederastia. Tampoco debemos ignorar los frecuentes ataques de skinheads al colectivo LGTB, ni la discriminación que sufren por parte de la policía (cómo olvidarla, si la semana pasada nos la recordaron con los 20 detenidos que defendían la homosexualidad mientras otros, que no han sido sancionados, les lanzaban pintura y huevos). Sin embargo, esto no se prohíbe. La propaganda homófoba es perfectamente legal. ¿Esto no se opone a nuestro "deber de proteger a los menores de los peligros de la homosexualidad" ni "limita el derecho de los menores a desarrollarse libremente y elegir su orientación sexual"? Además, ¿acaso se puede elegir la orientación sexual? ¿Por vivir en una sociedad intolerante con la homosexualidad, vas a ser heterosexual? ¿No había gays y lesbianas durante el franquismo español, el nazismo alemán o el fascismo italiano? Sí, los había. Estaban en cárceles, o casados con una persona del sexo opuesto por no ser "una desgracia", "una vegüenza" o "la oveja negra de la familia". Pero estaban, como estuvieron en la antigua Roma hace más de dos mil años. Como también estuvieron los cobardes que temían a lo desconocido, a lo diferente. Y durante siglos, esos cobardes ganaron la batalla. La homosexualidad fue perseguida y penada, leyes como la de vagos y maleantes reinaron en Europa. Ahora que la toleancia gana por goleada, no debemos permitir que la cobardía y la intransigencia remonten.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. No sabia nada acerca de esta noticia, me quedo perpleja.
    ¡No tienen derecho a sesgar la libertad de esa forma!. Estoy de acuerdo en que la sexualidad no se puede elegir, sino creo que todos elegiriamos el camino facil, pero no es asi,no se puede elegir, y por tanto debe darse la informacion necesaria a las personas, para que no se sientan perdidas. Rusia debe retirar esta nueva reforma de la ley que va en contra de la libertad y de los derechos humanos.Por favor si opinais como yo y estais de acuerdo hay que hacer lo posible por que se de un paso atras en este pais. Firmad la peticion hecha en change.org para pedirselo:

    http://www.change.org/petitions/president-putin-stop-the-russian-anti-gay-law-putinrf-dumagovru-gaypropaganda

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