lunes, 13 de mayo de 2013

Alemania, la sombra del pasado.

El pasado día seis de mayo de 2013 comenzó el juicio contra Beate Zschäpe, miembro del famoso trío neonazi de activistas de ultraderecha formado por ella, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, que actuaban bajo el nombre de NSU (Nationalsozialistischer Untergrund) o, traducido al español, Sociedad Clandestina Nacionalsocialista. Desde el comienzo de su actividad terrorista en el año 2000 hasta su último ataque en 2007  cometió una serie de diez asesinatos conocida como ``asesinatos del dönner´´ en la que las víctimas eran ciudadanos extranjeros como griegos y turcos, que en la mayoría de los casos regentaban negocios de su comida autóctona, a los que se disparaba en la cara con armas semiautomáticas por razones xenófobas; a  parte del asesinato de una agente de policía, de herir gravemente a otro civil y a otro policía, dos atentados bomba y una serie de catorce atracos mediante los cuales el grupo se autofinanciaba.

 Periódico alemán en el que se observa a los asesinos.
 Este caso que a causa de su naturaleza atrae la
mirada y el interés público, renueva en Alemania el miedo de algunos al pasado que ejemplarmente la nación alemana había y ha conseguido superar mediante la aceptación y la resignación.
Pero desde nuestro punto de vista la sociedad actual está cayendo en errores del pasado de los que supuestamente tendría que haber aprendido. Un ejemplo muy claro es el aumento de apoyo que están recibiendo algunos  partidos de extrema derecha, sobre todo en países del sur de Europa, como sería Amanecer Dorado en Grecia.
Hay otros muchos ejemplos pero nos centraremos en el caso griego, uno de los que mayor similitud guardan con el alzamiento nazi en Alemania. En este caso el partido de extrema derecha griego ha aumentado su apoyo popular en momentos de crisis como los que sufría Alemania en los comienzos del nazismo y esta demostrando su similitud e intenciones con gestos como la petición que su líder hizo en una rueda de prensa a los periodistas en la cual tuvieron que levantarse y forman en el momento en que este hombre entraba en la sala de prensa, la bofetada propinada por un portavoz de este partido a una política de izquierdas o directamente con símbolos como su bandera que con muy poca  imaginación, se la puede relacionar con la famosa esvástica.
Para nosotros tanto este partido en Grecia, como los neonazis en Alemania o cualquier movimiento de este tipo debería ser vigilado con gran atención desde las instituciones europeas para hacer lo que la pasada Sociedad Naciones fue incapaz de hacer: evitar la mayor demostración de estupidez y locura jamás llevada a cabo. Aunque por supuesto solo reivindicamos que se tomen medidas legales y penales cuando las leyes sean violadas y nunca se vea afectado su derecho a la libertad de expresión siempre que no promulgen ideas violentas, racistas y xenófobas.
Alemania avanza en la buena dirección juzgando a esta terrorista, lo que haga Grecia con este grupo está por ver.


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