La primera #ToniCantada fue inadmisible: publicó en su cuenta (@ToniCanto1) esto:
"Está hablando Cayo Larampfffzzsssgruññzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz"
Sea Cayo Lara un orador aburrido o no, se merece un mínimo de respeto. A lo mejor a él tampoco le gusta escuchar a Toni Cantó con su arrogancia y soberbia, pero no dice nada. Y si lo dice, lo hace en privado: no le ridiculiza en público. De hecho, y yendo más allá, ¿qué hace Toni Cantó twitteando cuando debería estar tomando apuntes sobre lo que cuenta su compañero?
Pero esa fue solo la primera. En cierto modo, incluso fue divertida. Ahora bien, detrás de ella han venido muchas más. Por ejemplo cuando, muy concienciado con el tema de la igualdad (recordemos que es el portavoz de UPyD en este asunto), denunció que un tercio de las denuncias de violencia de género eran falsas. Como no podía ser de otra forma, fue crucificado en la red social. ¿Qué espera?, ¿que le recibamos con alabanzas por mentir? Porque sí, eso no era más que una estadística inventada. Alegó que era del INE (Instituto Nacional de Estadística) y si cuela, cuela. Pero no coló. ¿En qué cabeza cabe?, ¿no pensó que la gente lo comprobaría? Sí, en España se ha elevado al nivel de arte hablar de lo que no sabemos, pero aquello fue descarado. Y, como la mentira no funcionó, recurrió a otros recursos (quizás aprendido de su superior, Rosa Díez): la demagogia y el victimismo.
"Hablas de denuncias falsas y te dicen que no te importan las muertes de mujeres o te llaman maltratador. Ese es el nivel en nuestro país"
El representante de UPyD en la comisión de igualdad no entiende el concepto de la "discriminación positiva". Ese es el nivel de nuestro país.
Un diputado por UPyD afirma que "Los animales no tienen derechos, es la realidad. Otra cosa es que creamos que hay que tratarlos bien". Ese es el nivel de nuestro país.
Todavía hay quien cree que UPyD es centro. Ese es el nivel de nuestro país.
Y esa #ToniCantada no fue la última. El año pasado, por ejemplo, twitteó esta noticia: "IU arrebata al PSOE la Alcaldía de Ardales con los votos de Falange Auténtica". Se le olvidó comentar que los implicados fueron expulsados del partido, y que el suceso había tenido lugar en 2007. No soy quién para poner en duda las aptitudes políticas de Toni Cantó, pero como periodista no tiene precio. Hace unos días, volvió a soprendernos con una noticia de "actualidad": la muerte del "padre" del LSD (hombre que falleció en 2008). Tampoco es algo que nos deba sorprender, va acorde con el retraso de la prensa española, que nos informa detalladamente (que es lo que importa, ¿no?) y con una media de 10 años de retraso de asuntos tan banales como que puede ser que el PP se financie ilegalmente, que sus militantes pueden haber cobrado sobresueldos ilegales o que su Majestad, en un arrebato de campechanía, guardó millones en Suiza.
Aunque a nadie le resultó extraño después de que un mes antes hubiera publicado esto en su cuenta: "¿Todos los presos en España tienen las mismas facilidades que Otegi para twittear y hacer propaganda desde su celda? Pregunto". Pobrecillo, nadie le había explicado que no todos las cuentas están llevadas por la propia persona sino por sus asesores. Quizás él mismo debiera copiar esa idea. Pero twitter es peor que un patio de colegio, y las bromas cada vez que Toni Cantó twittea son inevitables. Estos son algunos de los mejores twits:
@Els_quatre_gats: "Con valencianos como Toni Cantó nos van a dar la independencia sin pedirla."
@AntonioMaestre: "Toni Cantó : “Lo siento mucho, me he equivocado y mañana o pasado me volverá a ocurrir”."
@angel : "¿Alguien puede hacer un Change, para que Amparo Baró sea diputada? Justo en la fila de atrás de Toni Canto."
En definitiva, no sé quién ha sufrido más: Toni Cantó con las redes sociales, o ellas con él.
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