miércoles, 19 de junio de 2013

Infinitos caminos.

Alberto Chicote, prestigioso cocinero, evalua el Congreso.
     No puedo decir que conozco la economía, ni la política, ni el Gobierno. Pero sí que hay una cosa que sé hacer a mis 16 años, sé observar. Y creo que acierto cuando digo que la política económica del Gobierno no se ha acercado mucho a los resultados que pretendían obtener. Pero eso no es lo peor, me da la sensación de que son conscientes de los malos resultados que están recogiendo y de la sociedad que están creando. 
     Por ello saben de la soledad en su defensa y nos intentan mostrar a todos la aprobación de sus decisiones por algún experto europeo, que normalmente proviene de Bruselas o de alguna ciudad importante y que es conocedor de los supuestos buenos resultados de esa medida.
     En resumen, creo que les cuesta reconocer el fracaso y se dedican al autobombo. Siempre nos han dicho, o por lo menos yo he escuchado, que esta política es la única posible, la mejor y la verdadera. Pienso que siempre puede haber otra forma de hacer las cosas y ahora que les tiemblan los pilares, la prima de riesgo, el déficit y todo eso, deberíamos ver menos presidentes peleándose por mantener el mayor porcentaje en vez de presumir de que en este año consegirán el equilibrio  y mejorarán las cosas. 
     Por compararlo con algo fácil, el refrán de que esto “son lentejas o las comes o las dejas” ha dejado de servir y ha quedado desplazado por la realidad de que existe un "bufet "completo de posibles aaciones econóicas para salir de esta crisis en la que estamos todos, que, aunque no sea uy amplio, es lo suficiente.
     Existen varios senderos para llegar a un mismo destino y si eligen el que más satisface sus intereses no deben ocultar los otros caminos.

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